Con tiempo suficiente, al final todos vemos lo que teníamos justo delante. Y comprenderemos que por mucho que haya tardado, la espera merecería la pena.
Pero para algunos, ese momento no llega nunca. En vez de curar viejas heridas, la espera sólo abre otras nuevas, una y otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario