martes, 6 de diciembre de 2011

Reflexiones de las 5.




Un simple bésame es capaz de hacerme llorar (y no precisamente el hecho).

He tenido el blog abandonado durante mucho tiempo. Ahora parece ser que si no escribo, me falta algo más de lo que realmente ya me falta. Me doy cuenta de muchas cosas, demasiadas diría yo. Ya no creo en ese típico cuento de hadas, en el cual todo es perfecto y maravilloso. Nada de eso existe. El amor es algo más que eso.

Hace ya cierto tiempo que dejé de querer para sentir otras cosas. A lo largo de esta pasada semana fantástica y no por lo que hemos hecho, sino porque volví a valorar cada segundo a tu lado. Cada caricia, cada roce, cada mirada… Un te quiero se quedaba muy corto a lo que sentía todo mi ser en esos momentos. ¿Por qué? Porque es algo más que eso.

Me despierto con la sensación de que he sufrido soñando contigo sin apenas saber qué he soñado. Pero sé que ha sido algo relacionado contigo. Vuelves a ser el primer y el último pensamiento en mi cabeza. Y no paro de preguntarme una y otra vez ¿por qué sucederá esto? Pues posiblemente sea porque todo es algo más que eso.

lunes, 5 de diciembre de 2011

6 de diciembre. Planes rotos.

Otro seis de otro mes que no pasamos juntos y por muy raro que parezca, hay algo muy dentro de mí diciéndome que son verdad tus palabras derramadas entre lágrimas. Que no has hecho nada. Me cuesta creerlo. Sinceramente, no te veo capaz de hacer tales cosas, pero nunca se sabe. Nunca dejaste de sorprenderme tanto para bien, como para mal. Dicen que no puedes confiar ni en tu propia sombra y cada día que transcurre corroboro tal cosa.

Aunque, ¿sabes qué? Si algún día te da por leer esto, quisiera que supieras que es algo así como si quisiera creer todo lo que me dicen para poder odiarte. Odiarte mientras te encuentras alejada de mí. Sin mí, aunque espero que conmigo. Buscar motivos para no pensar en tí, pero a la vez sin tenerlos. Se me hace todo tan extraño… Es todo tan contradictorio…

Hacía bastante tiempo que no me quedaba hasta estas horas. Los recuerdos me invaden. Es hora de desconectar e intentar dormir.

Dolor y más dolor.

No sé ni cómo empezar. Pido que la Tierra me trague, desaparecer de este mundo. Siento tanto y a la vez tan poco… ¡Qué duro es!



Ardo, siento que ardo bajo la lluvia. Siento asco, lástima, pena, rabia, tantas cosas… Mi cabeza no deja de maquinar, es un sinvivir. Me gustaría dejar de pensar y comerme la cabeza, pero es inevitable. Piensas, ¿Cuántas veces? ¿En qué momentos? ¿Cuándo se derrumbó todo? ¿Ha sido mi culpa o de la otra persona? Ya no sé ni qué cojones pensar. Sin embargo, pienso demasiado (lo sé, es una contradicción), pienso tanto que me torturo hasta que mis lágrimas hacen acto de presencia sobre mi rostro. No dejo de hacerlo. La cama se convierte en mi único refugio, refugio doloroso por todo lo vivido en éste mismo lugar. Detesto haberte querido tanto. Me odio. Odio mis sentimientos. No dejo de hacerlo…

martes, 12 de abril de 2011

NYN.

A veces, tenemos que dar un paso atrás para poder avanzar hacia adelante, pero... esta vez no seré yo.

lunes, 14 de febrero de 2011

Invincible ♪♫.


It’s you and I against the world

They can’t stop us now
We’ve come too far
We’ve worked too hard
We’re invincible

domingo, 13 de febrero de 2011

¿San Valentín?

¿San Valentín?
¿En un simple e insignificante día debemos mostrar cariño y ternura hacia nuestra pareja o ser querido?
El verdadero San Valentín es mostrarle a esa persona, día tras día, mes tras mes; y si fuese el caso, año tras año, ese amor, esa amistad, ese querer que tienes hacia ella o él.

Porque un día es, simplemente, una mierda para poder demostrar que quieres realmente a una persona.

viernes, 28 de enero de 2011

Pedanterías inaguantables.

El hecho que una persona presuma de ciertas cosas o privilegios, en ocasiones, resulta molesto. Vale que quieras llamar la atención o destacar sobre alguien. Al fin y al cabo, todos somos algo ambiciosos.
Pero todo eso hay que saber llevarlo, saber cómo poder decir las cosas o, quizás y más importante, bajo mi punto de vista, valorar la situación y las circunstancias para que no siente mal o haga daño.
Ocurre, con mucha frecuencia, que al decir un simple comentario sobre algo, intentes llamar la atención de las personas que se encuentran a tu alrededor (creo que todos los hacemos), ya sea por medio de risas, llantos, actitudes chocantes... en fin, una gran variedad de acciones que me ocuparía renglones y más renglones. Sin embargo, la cuestión verdaderamente importante no es esa, sino ¿sabrías analizar la situación adecuada para determinados comentarios?
Cuando una persona conoce a otra, si de veras la conoce, sabe cómo es, pero en ciertas situaciones duda de sus reacciones porque en esos instantes de ofuscación no sabe ni qué pensar.

lunes, 24 de enero de 2011

WMN.


The things we could do in twenty minutes girl
Say my name, say my name
Wear it out, its getting hot, crack a window, air it out
I can get you through a mighty long day
Soon as I go the text you gon right is gon say...

domingo, 16 de enero de 2011

16 de enero de 2011.

- No dejes los ojos abiertos.
- Es que quiero recordar este momento.
- Pues no lo recuerdes, siéntelo.

lunes, 10 de enero de 2011

domingo, 9 de enero de 2011

Miedo.

No entiendo muchas de mis reacciones. No entiendo el por qué a diferentes cuestiones. Lo único que entiendo es que me encuentro mal, con dudas.

A veces, todos hemos tenido dudas por miedo. Por miedo a la oscuridad, a la lejanía, o incluso a la cercanía. Por nuestras fobias, por nuestras intimidades, miedo a lo temible. Todo lo que hago, lo creas o no, es por tí. A tí dedico cada palabra y renglón.

De veras, me siento culpable por dudar de todo, pero frente a esas dudas estaré yo, habrá un te quiero, un ramo con veinte rosas y un libro a tu lado, todo eso a la luz de las velas.


Cuando uno duda y pone todo en riesgo, se da realmente cuenta de lo que podríamos perder. Al fin y al cabo, todo es miedo.

Seis mil ochocientos diez.

Realmente, cuando una persona tiene a otra importante a su lado, todo se ve desde otro punto de vista diferente. Ese tipo de persona que nos transmite calma, que nos envuelve en una atmósfera en la cual, somos capaces de sentirnos plácidamente. Todos hemos tenido nuestros problemas, para unos mayores, para otros peores; como también siempre esos bajos estados de ánimo por diversas causas y razones.




Pues bien, puedo decir presumiblemente orgulloso que he intentado luchar contra todos esos baches y que, junto a ello, día a día luchaba por tí. De hecho, sigo luchando por tí aunque esta vez de diferente modo, ya que ahora estoy a tu lado y tú al mío. Sigo luchando porque esto no acabe nunca. Nos tenemos el uno al otro. No importa el resto si 'nosotros' nos hallamos juntos. Cada minuto que pasa, parecen auténticas décimas de segundo cada vez que observamos las agujas del reloj. ''El todo y el nada'' nos definiría a la perfección en esos precisos instantes, es decir, podemos sentir todo cuando nuestras miradas se percatan de la sonrisa del otro, mientras que el resto nos da absolutamente igual. No percatamos las cosas que ocurren a nuestro alrededor. Nos abstraemos del mundo. Prestamos menos atención a los problemas y los damos de lado, al menos en esos resplandecientes momentos.
Llevo bastantes horas con espectaculares ansias porque llegase este día, para poder decir bien alto y claro: “Cumplimos dos preciosos meses juntos.” y escribiendo una noche más, no paran de venirme cuestiones a mi cabeza sobre cómo aparecieron estos maravillosos sentimientos, en los que parece que convivo en una nube. Una nube que no es de nadie. Únicamente tuya y mía.
Seis mil ochocientos diez enfados
seis mil ochocientas diez sonrisas,
seis mil ochocientas diez porciones de caricias.
Seis mil ochocientas diez.
seis mil ochocientas diez delicadas vías para amarte.

Luna llena.

Hacía tiempo que no tenía esta sensación. El calor hace que duerma con la ventana abierta de par en par. Entonces, apago la luz y la luz sigue allí. Se ha colado por la ventana una luz descarada que viene de la cara iluminada de la luna. Simplemente sonrío, me acuerdo de tí. Cierro los ojos y dejo que la luz acaricie mi cuerpo. Me abrazo a la almohada imaginando que eres tú y una lágrima de felicidad se escapa de mis ojos. Sonrío de nuevo, como sólo tu me has visto sonreír y me dejo abrazar por la luz que no quema de la luna. Y me dejo abrazar por la tranquilidad por la atracción de la plenitud de tu blancura.

Tres estrellas.

Tres estrellas simbolizan esto en un día especial vivido. Tres estrellas que simplemente forman parte de un regalo, pero que un simple regalo basta como detalle para comenzar algo más serio.




Aquel día, la verdad que me sorprendió tanta sinceridad por tu parte, no me lo esperaba. También, el grado de atención que prestas cuando te digo unas palabras mágicas y que me encanta oír de tus labios. Esas tres estrellas no son mas que tres miseros motivos para seguir amándote.

Amanecer.

Cada día y cada amanecer es completamente distinto al anterior.
¿El motivo? Es sencillo, tenerte a mi lado.

3MSC.


- Me da miedo decir algo equivocado... te amo.
- Vuélvelo a decir.
- Te amo.
- Nunca dejes de decirlo.
- Te amo, te amo, te amo, te amo...
- Nunca había sido tan feliz en mi vida.
- Yo tampoco.
- ¿Tan feliz como para toca el cielo con un dedo?
- No, mucho más, al menos tres metros sobre el cielo.

Il cielo. Nostro cielo.



Federico Moccia en una de sus novelas hace referencia al cielo, ¿verdad? y a algo relacionado con 'tre metri sopra il cielo'. Basándome ahora mismo en esa frase, no es nada; en comparación, a la sensación vivida en mi interior cada vez que estamos frente a frente, cruzando miradas, sonrisas... mientras nos besamos. Se me queda pequeño el cielo.
Me gustaría tejer en mi cabeza las razones, una a una, de por qué me pareces tan perfecta y adaptada a mis gustos. La verdad, cuando me siento tan tan feliz, no alcanzo a poder describir o, al menos intentarlo, el grado de felicidad máximo, de paz y tranquilidad que siente mi alma al estar seguro de que estás hecha completamente para mí. Porque no hay un tú y yo. Porque ahora hay un nosotros.

Reflexiones.

Quizás, muchas veces nos hemos preguntado por esa palabra que ansia todo el mundo en su vida, como es la 'felicidad'. También, cómo la podríamos obtener o cómo poder mantenerla. Ciertamente, es una verdadera incógnita poder contestar a estos porqués.

Cada vez que mi mirada se cruza con la tuya es algo tan especial que no sabría definirlo con tanta precisión o exactitud como realmente quisiere. Conviertes todo aquello que tocas en esa felicidad que todos deseamos y, que sobre todo, yo deseo. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, y cierto es, a simple vista se ejemplificaría en 'nosotros'; como también dicen que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Tú, me estás demostrando día tras día que has aprendido la lección o, que al menos, la estás aprendiendo. Nada me promete que contigo cambie, pero recuerdo aquellas palabras que me dijiste una vez haciendo referencia a que si no se arriesga en esta vida de nada servía el resto. Tú has arriesgado, y eso me enloquece. Me enloquece el mero hecho de saber los esfuerzos que estás llevando a cabo por estar a mi lado.

Pienso todas las noches en lo bien que puedo sentirme cuando compartimos momentos, una comida, un helado, un paseo, o simplemente una cogida de mano en mitad de la calle ante la inquietante mirada de la gente. Quiero que todo esto y este nuevo comienzo dure el máximo cupo de tiempo posible, ya que todo momento vivido haces que supere al anterior cuando te miro, cuando te acaricio, te beso o simplemente respiro.

Tres metros sobre el cielo.

28 de junio de 2010.

Es de madrugada y tras varias semanas retomo la escritura. Apenas tengo sueño, no puedo conciliarlo. No sé exactamente el por qué. Puede ser porque he dormido toda la tarde o, tal vez, el hecho de que vuelva a verte cara a cara lo que imposibilite mi tranquilidad y, por tanto, mi sueño.


Ha pasado ya un mes y un día. ¿Se dice rápido eh? Pero la verdad es que se me ha hecho una verdadera eternidad. Todo ha cambiado desde entonces y, como es lógico, ahora mismo todo es diferente. Habrá que retomar antiguos temas de conversación y se concluirá con alguna decisión.
Tampoco sé exactamente cuál será la reacción dentro de mí, en apenas unas horas, al observarte después de este tiempo. Imagino que será como la misma ya vivida ante nuestro primer beso. Prácticamente, todas las noches he pensado en ti, pero he de reconocer que no todas de forma especial.
Espero ansioso tu llegada, cosa que no creí que ocurriese después de todo lo acordado una noche de San Juan, ya pasada. Como bien dice una canción: “hay que comenzar de cero, para tocar el cielo”. Y contigo, es como si rozase el auténtico cielo con cada momento especial vivido; aunque sinceramente, preferiría sentirme tres metros sobre el cielo. Ahí sentiré que todo será muy distinto. Ahí todo comenzará con un nuevo comienzo.

Gossip girl 3x13.

Con tiempo suficiente, al final todos vemos lo que teníamos justo delante. Y comprenderemos que por mucho que haya tardado, la espera merecería la pena.



Pero para algunos, ese momento no llega nunca. En vez de curar viejas heridas, la espera sólo abre otras nuevas, una y otra vez.

El día.

26 de junio de 2010.


El día. Todos tenemos un día imborrable de nuestras mentes y que preferimos, muchos, que no llegue porque nos trasladarán y encerrarán en el pasado. Pues bien, ese día para mí ha llegado aunque no me encierra en el pasado; por así decirlo, sino más bien que me entierra en lo que he vivido dos meses atrás.
Hoy, 26 de junio de 2010, una persona que ha sido lo más importante en mi vida y, de hecho, sigue siéndolo, se va de esta isla por algún tiempo. Si me vuelvo hacia atrás en el pasado y recuerdo lo que pensaba en aquel entonces: “ Adrián, no te estés haciendo falsas esperanzas con todo esto, no merece la pena estar mal de nuevo”. De nada sirvió intentar reprimir mis sentimientos.

Recuerdo como el miedo a perderla se apoderaba más y más dentro de mí. Sus caricias, sus miradas, como no, sus besos... hacían que una y otra vez ese miedo continuase su expansión bajo mi piel. Disfrutaba cada momento con ella como si fuese el último y siempre he sabido que este día llegaría, que volverías a estar bajo su compañía. ¿Recuerdas lo que dije sobre el odio y el rencor que sentía por ti hace dos días? Pero, ¿a quién pretendo engañar? No puedo sentir odio por una persona que me ha dado todo, como tampoco puedo sentir rencor por alguien tan especial como tú.
Has escrito un libro entero que se queda sin páginas con apenas una historia tan breve. Sinceramente, no sé que haré todo este verano. Intentaré no amargarme, ni llorar, ni acordarme de ti, ni de lo qué estarás haciendo. Pero sé de sobra que todo eso... todo eso se quedará mas que en inútiles intentos y el motivo es que, lo que siento por ti jamás lo había sentido por nadie.

Extraña noche.


24 de junio de 2010.

Sí, una noche un tanto extraña por tod lo que le acontece. El principal motivo de mi desplazamiento hasta el puerto durante varios kilómetros, eras tú. Pretendía sorprenderte con mi presencia y creo que así lo conseguí. Estuve buscándote y, al fin, te encontré. Estuvimos juntos, todo iba genial hasta que surgen más preguntas en mi cabeza, más dudas. Un grupo de amigos con el cual fui hasta ya comentado lugar, supo acompañarme para poder verte y sentirme como nunca en una noche como la de San Juan. Sin embargo, no todo sale según lo deseamos.

Me encuentro acostado, de cara al cielo cuando, de repente, una estrella fugaz se atraviesa ante mis perplejos ojos. Intenté pedir un deseo en el periodo más corto de tiempo que pude. Imagínense cuál sería mi deseo. Después de tantos sufrimientos y, a pesar de todo lo bueno y malo, uno sigue como un estúpido deseando que formes parte de mi vida formalmente. Avanza la noche y estamos bien, yo diría que todo iba perfecto, hasta que suena tu móvil mientras te bañabas. Y, ¡cómo no! tu querido 'socio' al que tanto criticas. Ya la noche comenzó poco a poco a oscurecerse.

Conversamos, sacamos conclusiones. Mi grupo de amigos perdido entre la muchedumbre y, tú y yo intentamos aclarar definitivamente todo. No sé si tu decisión es la correcta o la inadecuada, pero lo que si sé, no fue por no mostrar mi total interés en ti. Nos despedimos fríamente, como otras tantas veces.

De pronto, me encuentro solo, ahogado en mí mismo... sin saber qué hacer ni a dónde ir. Una vez más, me enfado y llamo a varios de mis amigos. Nada, no dan señales de vida. Comienzo a caminar sin tener un destino fijo. Tras haberme pasado más de media hora solo sin saber qué hacer, consigo localizarlos. Vuelvo a incorporarme al grupo. No hago mas que pensar en ti y en lo hablado.

He sido capaz de aguantar estupideces, rechazos, enfados, lloros, lamentos... pero a lo que no estoy dispuesto es a que sigas pisoteando mis sentimientos mientras juegas con dos personas a la vez. Te lo he dicho, en ese aspecto eres una auténtica cría por actuar de la manera que actúas. Sinceramente, esperaba que fueses capaz de darte cuenta de una vez por todas. “Ahora o nunca”, fueron mis palabras hace unas horas. Has tomado una decisión la cual acepto, me guste o no. Escuché lo que quería, tenía y necesitaba escuchar para acabar con esto. En este momento, ya no lloro como hace unos días, no. Más bien lo que siente mi corazón es odio y rencor hacia tu persona por ser tu segundo plato. Y desde aquí te digo: segundos platos no, gracias. Bastante he aguantado como para seguir alargándolo y como para que tú te lo pasaras genial con quien ya sabes al cabo de unas horas. Ahora si, olvídame. Pasa de mí. No me llames, ni me envíes mensajes. No quiero saber nada ya de ti. Es lo que has conseguido con esto, ganarte mi odio y mi rencor. No me has valorado lo suficiente. Llévate mis sentimientos porque yo... yo ya no los necesito.

Extraña noche.

Citas textuales.

14 de junio de 2010.

- Jean-Baptiste Poquelin Molière, comediógrafo francés, dijo que: Todos los hombres se parecen por sus palabras; solamente las obras evidencian que no son iguales. ¿Qué más te puedo demostrar para que veas que te quiero?

- Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos de América, dijo lo siguiente: Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. ¿Crees que, tarde o temprano, no se enterarán de todo?

- Santiago Ramón y Cajal, médico español, dijo una vez: Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo
en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.
¿Tratarás de justificar tus errores y no aprender de ellos?

- B. Benedict Spinoza; filósofo holandés, de origen judeoespañol, dijo esta frase: Si no quieres repetir el pasado, estúdialo. ¿Aprendes de los errores?

- Albert Einstein, físico y matemático decía que: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. ¿Por qué vuelves a revivir el pasado si quieres que tu vida mejore?

La conclusión a la que quiero llegar con todo esto es que pienses bien todo lo que haces porque, para bien o para mal, todo acto conlleva sus consecuencias. Quiero que te quede claro que el dolor es mi hogar y me acostumbré a llorar, pero no por ello permaneceré siempre en ese lugar.

Costumbres.


10 de junio de 2010.

Podemos decir que nuestra vida no son mas que constantes costumbres.

Acostumbrado. Acostumbrado a todo aquello que no te proporciona la felicidad que tanto deseas.

Acostumbrado a que rechaces, una y otra vez, lo nuestro.

Acostumbrado a que retrocedas en tus decisiones a causa de tus impulsos.

Acostumbrado a que todo siga igual y cambie.

Acostumbrado a que todo cambie y siga igual.

Acostumbrado a seguir en vilo ante la vela que simboliza todo esto, consumiéndose poco a poco, día a día.

Quizás, acostumbrado a perseguir esa inalcanzable, pero a la vez alcanzable, figura que no deja de revivir tantos momentos juntos en mi cabeza; como también, acostumbrado a perseguir esa fuente de sufrimientos que eternamente intentamos cazar y que, al fin y al cabo, nos hace daño.

Por ello, por ti... y por tantas cosas, estoy acostumbrado a casi todo en esta vida.

Punto y final.

6 de junio de 2010.

No sé desde cuando comenzé a sentir lo que ahora mismo siento por ti. Lo único que verdaderamente sé, es que, poco a poco, he ido sintiendo cosas dentro de mí que no había experimentado hasta entonces.

Otra vez más. Otra vez más volvemos a quedar y termina sucediendo lo que ambos sentimos. Ahora mismo, me siento hundido, llorando como siempre (qué novedad). De nada han servido mis esfuerzos. Él siempre estará por delante mía. Sí, odio admitirlo.

Otro fin de semana que acaba. Otra semana que acabo escribiendo en mi blog y ya no sé qué más escribir, aunque parezca mentira. Por muchas palabras que intenten plasmar todo esto, no existirán tales calificaciones como para poder definir mis sentimientos.

Caminamos cerca de la zona donde comenzó todo. Mientras tú pensabas, yo recordaba esos momentos, grabados en mi mente como algo imborrable y que espero que por siempre perduren. Más adelante, volvimos a ese lugar, cerca del mar, donde yo me puse nervioso y a temblar, ¿razón? un abrazo.

Tras varios minutos de conversación, risas, caricias... me das un beso. Un beso con el que, una vez más, asombrado me quedé, a pesar de todo lo ya vivido. Todo bien hasta el momento que tú dices que todo eso estaba mal. Este creo que ya será el punto y final que no habíamos escrito en esta historia tan rara, pero tan especial a la vez. Mi cabeza no entenderá todo esto porque las cosas no tienen ni pies ni cabeza.

A mi modo de ver, todo lo que dices sentir hacia él no será tanto, ya que, de ser así, no actuarías del modo que lo haces conmigo. Son más las palabras que los sentimientos. También dices que es un querer y no poder (QYNP). Querer es poder, ¿el problema? es tu manera de querer y no poder. ¿Por qué toda cosa tan preciada trae consigo un antes y un después?



No sé si tampoco volveré a verte antes de que te vayas de esta isla, espero que sí, aunque no sean las circunstancias que más me gusten, la verdad. Sólo sé que la despedida de ayer fue un tanto extraña, sin embargo; posiblemente si la más especial de todas y tú más que nadie sabes el por qué. Pude susurrarte al oído esas dos palabras que tanto adoro escuchar de tus labios, pero que no son lo suficientemente importantes para tí como lo son para mí.

Quiero que sepas, una vez más, que eres lo mejor y más bonito que me ha sucedido en esta vida y que ya no será lo mismo si no te tengo junto a mí. Preciosa como ninguna, alocada como nadie. Solamente deseo que consigas estar bien, ya que, a pesar de todo, te sigo considerando mi amiga. No me despediré de tí con un adiós, sino con un hasta luego. Unos guionistas de televisión estadounidenses dijeron una vez: "Decir adiós no significa nada. Lo que importa es el tiempo que pasamos juntos, no cómo se termina"

Te quiero.



Egocentrismo alícuota.

1 de junio de 2010

Puedo llegar a compartir y darlo todo por una persona en ciertos momentos de mi insensata vida. No obstante, si no hago mas que recibir el trato totalmente opuesto, si no hago mas que sufrir por una persona en la cual v

a ligada la palabra 'amor', junto a mi corazón, ¿por qué seguir adelante con ello?

No tengo guardo odio, ni tampoco rencor.

Cuando yo doy todo, y nada es lo que recibo a cambio; puedo convertirme en la persona más e

goísta y desproporcionada de este fantasioso mundo.

Me terminé cansando, si es lo que querías.

miércoles, 5 de enero de 2011

Me negué a negar lo innegable.


23 de mayo de 2010.

De pequeño tenía que fabricar un buen porvenir, eso creía. Luego, a medida que transcurría el tiempo, fui dándome cuenta de que eso no lo es todo. Comenzé a dar de lado un poco los estudios, intenté buscar a alguien especial en mi vida que estuviese ahí, tanto en los momentos duros como en los buenos; pero no, salía todo mal. Estuve tan hundido hasta tal punto que incluso me atraví a plantearme ciertas cosas de las que me arrepiento de tan solo habérmelas planteado.
Dije: ¡no! no merece la pena hacerlo y, ¿por qué? por las personas que tenía a mi lado, no merecían eso. Intenté seguir adelante, por un tiempo no me fue mal, fui a mi bola y viviendo las cosas como venían.

De pronto, apareció alguien en mi vida que merecía la pena, intenté luchar por ella, no obstante, las circunstancias no permitieron que me fuese bien. Más adelante, me dí cuenta de que no era lo que realmente quería. Dí un paso al frente y volví a intentar rehacer mi vida, no fue del todo bien. Proseguí con otro pequeño paso hasta que un día, no igual a cualquiera, me enseñaron una foto de una chica que no conocía sino de oídas y que estaba en boca varios por su belleza. Sin embargo, no pensé igual al resto, pensé que era una chica preciosa, no que 'estaba buena'. Con el tiempo fui conociéndola poco a poco, paso por paso. Como intento seguir yo con mi vida. ¡Qué símil!, ¿verdad?

Y, empezé a experimentar diferentes sentimientos hacia ella, asimismo dije: no Adrián, no debes porque ella tiene su novio y esta muy enamorada. No merece la pena estar mal por ella porque no llegaré a conseguir recompensa. Me negué a negar lo innegable.



Día tras día, hablábamos, conversábamos, pasábamos tantas tardes, tantas noches pegadas delante de la pantalla... Conociéndonos, pero sin conocernos. Risas, vacilones, amarguras, tristezas... escondían sentimientos que comenzaron a florecer en ambos. A pesar de todo, hacían olvidar el resto de problemas y nos enseñaban a sentirnos mejor con esos cibernéticos momentos dulces. Por diversas circunstancias no pudimos quedar. Así y todo, nada nos detuvo, seguíamos como esos días, siguiendo largas conversaciones delante del portátil hasta que en la tarde de un sábado 10 de abril, conseguimos nuestro primer propósito (estar cara a cara) y hacer que esas conversaciones lleguen a ser oídas por el uno y el otro, no leídas, como hasta entonces era. En ese momento me sentí raro, ya que dudaba de lo que podía sentir ella por mí, por tanto, no pretendí dar el primer paso por miedo al error y tirar por la borda la amistad lograda hasta esa tarde.

Una semana más de inconmesurables dudas, de por qués, de cuestiones que solo ella podía responder. A lo largo del transcurso de esa semana continuaban, una vez más, esas conversaciones, ya mencionadas, donde me volvió a preguntar si salía con ella de fiesta, tras haberlo hecho ese sábado anterior. Yo esperaba con gran ansiedad esa proposición, todo por comprobar si de verdad estaba interesada en que fuese con ella o me lo había comentado por simple cortesía. No tardé mucho tiempo en responder, y como es lógico, mi respuesta fue un sí firme y claro.

Llego el día. Ahí me encontraba yo, en la parada del tranvía deseando ver cómo se había arreglado, cómo estaba de bonita para la ocasión pertinente. Se hizo esperar, como todo lo bueno, o eso dicen. Mis ojos no paraban de observarla con cierta timidez para que ella no fuese capaz de percibir tantos deseos por mi parte. Hicimos una pequeña parada antes de entrar al local específico al cual ibamos. De repente, suena el teléfono, ella lo coge. Era él, su novio, el culpable de tantas horas de conversación y tantas lágrimas derramadas. Cuelga, coge la botella de alcohol en uno de sus tantos arrebatos y pega varios tragos. Yo evito que siga realizando esa acción y le pregunto el por qué de su comportamiento. Me responde y, como era de esperar, más discusiones y términos de relación.

Intenté hacer el payaso y hacerla sonreír para no verla así, me atormentaba verla mal. Además, también intenté que me explicase qué ocurría para calmarla un poco. Tras toda esa situación, un tanto incómoda, conseguimos entrar en ese local en el que la cosa no estaba muy animada, pero en el que ella puso un poco de alegría con su loca personalidad. Intentó sacarme a bailar. Me negué, no sé si por miedo a la verguenza, no lo sé. Después de varias canciones suena una que me encanta y bastante bailable que, en cierto modo, “contaba” lo que mis labios querían decir y no se atrevían. La tomé de la mano, bailamos, cantamos frases determinadas junto al oído del otro y, a la vez, sonreíamos como críos. Hasta que dio el paso. Yo sin darme cuenta la esquivé, sin embargo, no tardé en reaccionar, acto seguido nos besamos al son de la música de fondo.

Pasamos una noche un tanto extraña debido a un cúmulo raro de sentimientos, tanto por su parte como por la mía. Dudé en varios momentos de la noche que pudiese durar más tiempo todo eso con ella. La miré, me miró, me esquivó, sigo observándola... Vuelve a mirarme y, en ese entonces, se produce el cruce de miradas más mortífero de mi vida en el que ella siente ese miedo al que tanto temo: enamorarme y no ser correspondido. Me dice que no lo tenga, que ella estaba segura de lo que hacía esa noche, que para nada estaba borracha; ni mucho menos, que sabía perfectamente cómo actuaba. Yo, mientras tanto, seguí dudándolo porque desde un principio supe que sus verdaderos sentimientos estaban presentes en otra isla. Continuaba intentándome convencer y cedí con precaución. Siguió la noche y acabamos abrazados en mitad de una carretera desierta a esas altas horas de la madrugada, pero que, por extrañas circunstancias de la vida, o quizás del destino, circuló un coche justamente por donde nos encontrábamos. Acabamos riéndonos como bobos por semejante estupidez cometida. Ella no quería marcharse, yo tampoco. Se despidió, se fue... Yo intenté coger un taxi mientras alucinaba ante semejantes sensaciones vividas. Me preguntaba, en ese instante, si de verdad esta sería la chica con la que encontraría mi felicidad plena.

Pasados unos días de todo esto, volvímos a quedar y a mantener unas primeras palabras sobre todo lo acontecido. Continuábamos besándonos como la 1ª vez, mirándonos como la 1ª vez... Pequeñas corrientes de aire azotaban de un lado a otro dentro de mi ser, ¿serán esas famosas mariposas?

Todo fue bonito durante un mes. Un mes en el que pude sentir todo lo bueno y malo que puede llegar a existir en este mundo. A día de hoy, sigo llorando como un idiota por su ausencia y su dura decisión de no permanecer a mi lado. Quizás, con la persona que de verdad deseas estar, tengas un futuro más placentero y durarero que el que pude llegar a sentir yo en esos 30 días inolvidables.

Pensamientos irreflexivos.


22 de mayo de 2010.

¿Qué no quiero entender? Creo que estás equivocada. No estoy molesto contigo, no. Me siento indignado porque cuanto más entregas a una persona, menos recibes a cambio de ella. ¿Errores? He cometido tantísimos errores... No obstante, creo que a base de ellos se forma una persona porque si no cometiésemos errores, no aprenderíamos jamás, ni avanzaríamos como personas. Lo que me pregunto es: ¿cuántas veces necesitas tropezar en la misma piedra?

No es que no entienda las cosas, ya que si tuviesen alguna lógica entraría en razón, pero así es el ser humano, toma decisiones que no se acercan, ni mucho menos, a la lógica. Filosofía pura y dura. Uno por mas que trate de luchar por hacerte el bien, tú haces lo posible para que así no sea. Reacciona, despierta. ¿No crees que si todo tu alrededor te aconseja lo contrario es por algún motivo? Intento dar de lado todo este tema, pero; por mucho que quiera mi cabeza, mi corazón no puede borrar tan fácilmente estos sentimientos. “Sé que puedo controlar mis pensamientos, pero no consigo callar el sentimiento que es libre como el viento.” Otra canción de tantas que asemeja lo que nos ocurre. Lo único que me importa de verdad, es que tú seas feliz bien con él, bien conmigo, bien con quién sea. No me gusta verte triste, ni mucho menos llorar y, como bien te he dicho en diversas ocasiones, “si tú estás mal, yo también lo estoy”. Por último, hay una cosa que no consigo que entre en mi cabeza, si sabes que terminarás arrepentida de toda esta situación... ¿por qué actuas como actuas? ¿por qué sigues adelante con ello?

Dudas.

22 de mayo de 2010.

¿De qué sirve que te mienta si sabes perfectamente lo que siento por tí? te lo digo yo, de nada, absolutamente de nada. ¿Qué quieres saber? ¿Que en tan solo un mes has conseguido ser el centro de mi universo? Prefiero callarme a mentir, sí, no puedo mentirte. Crees que tomas la decisión acertada y todo, según tu, para no perjudicarme. Un poco tarde quizás, ya que desde un comienzo intenté huir de todo aquello a lo que temía y... mira.

No entiendo cómo soy tan imbécil de seguir soñando con poder crear un mundo en el que solamente nos encontremos tú y yo, como cuando me besabas y no me esquivabas. "La vida da vueltas, que vueltas da la vida nuestra" ¿verdad? demasiadas vueltas, pero... parece ser que todo tiene un final y no todos son como lo pintan en los cuentos. No sé por qué razón se me pasa el quedarme en mitad de la carretera mientras cruzo por ella y en la que viene un coche de frente. Será porque, ahora mismo, no tengo nada en mi vida que valga la pena.

Me rindo. No soporto más esta situación en la que siempre me he sentido como una total mierda. Había una canción que colgué en mi tablón antes de que ocurriese algo entre nosotros titulada: "Fight for this love", sin embargo a día de hoy apenas quedan fuerzas para luchar por ese amor, ese amor junto a tu lado. ¿De qué ha servido que te intente hacer sonreir? ¿De qué ha servido que intente hacerte olvidar todo lo malo? ¿De qué ha servido que ponga todo de mi parte? Dime, anda, dí. ¿Pretendes que te mienta diciéndote todo lo contrario a lo que siento?

Ahora es cuando me dan ganas de mandar todo a la mierda y pasar de todo al igual que el martes, ese señalado día en el que tirastes todo esfuerzo realizado por la borda. Vuelves a tu antigua vida. Tú sabrás lo que haces, pero que conste que por mí no fue. Tampoco entiendo que después de la conversación mantenida ese día 18 de mayo me envíes mensajes con cosas que hacen provocar la mayor de mis esperanzas en mi corazón tras todo lo sucedido anteriormente. Respóndeme, ¿por qué lo haces? ¿temes sentir mayores cosas dentro de tí? ¿o de verdad temes querer a alguien que no sea él? Sinceramente, prefiero olvidarme de toda esta historia, pero no puedo.

"Para limpiar el alma hay que llorar." ♪♫


- http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=R5gFQlGjL_o